Durante los 20 años que estuvo ocupado, el templo ubicado en un barrio icónico de la capital argentina sufrió todo tipo de destrozos: pintadas, agujeros en el suelo y daños estructurales. En exclusiva con Ynet Español, el rabino Shneor Mizrahi explicó detalles del proceso de restauración que le devolverá su antigua gloria.


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